miércoles, 25 de febrero de 2009

PALABRAS ENTRE CARROÑA Y BUITRES

Desperté en una basta pradera, llena de hierba y falta de árboles. No recordaba nada, ni si quiera quien era ni donde estaba y mucho menos por donde había llegado. El cielo estaba despejado y el Sol brillaba radiantemente mientras que las nubes solo decoraban el paisaje celeste. Al rato unas sombras llegaron por el aire planeando y dando vueltas en círculos volaron sobre mi un tiempo, cuando se decidieron fueron descendiendo hasta que llegaron hasta mi. Yo no podía moverme si quiera lo intentaba, solo observaba. Estos seres de aspecto de pocos amigos tenían un cuello alargado y falto de plumas, mientras que su pico se curvaba hacia abajo dándole aspecto todavía mas fiero. Estos dos seres se acercaron a mí y empezaron a picotear mi carne, yo sentía un cosquilleo mientras ellos arrancaban jirones de carne de mi abdomen y patas.
El Sol seguía calentando interrumpidamente y cada vez con más fuerza, mientras que estos dos seres seguían con su tarea detallada, limpiando de mis huesos hasta la última pizca de carne. Una vez hartos se detuvieron un rato y miraron a su alrededor para ver si algo o alguien los podía interrumpir, y a continuación pararon de picotear y se dedicaron a bajar toda la carne que habían devorado. Parecía que les entraba pereza seguir comiendo ya que sus estómagos antes vacíos ahora resaltaban llenos.
Entonces les pregunte:
-¿hola?
En ese momento los dos seres inclinaron su largo cuello hacia abajo y con ojos de asombro contestaron:
-¿nos hablas a nosotros?
A lo que yo le conteste:
-Si claro, no hay nadie mas en mucha distancia¿ no? .¿Me podéis decir cual es mi estado?
Uno de los buitres contesto:
Es demasiado complicado de explicar, y ahora mismo estoy harto y no tengo ganas de hablar con un trozo de carroña
A lo que conteste:
-Soy algo material, o por lo menos eso me considero, ya que vosotros que supuestamente sois reales me estáis devorando.
El otro buitre se quedo pensado y contesto:
Esto es una especie de ciclo, unos mueren y nosotros devoramos sus restos.
Hubo un momento de silencio y volví a interrumpir su calma.
- Pero si yo estoy muerto , soy una especie de proyección sobre vuestra realidad, y si vosotros os alimentáis de algo que ya no existe es como devorar algo que es ficticio.
A lo que el primer buitre contesto.
-Bueno, digamos que si , pero da igual si la comida que comes es real o ficticia si mientras lo que eches a tu boca llene tus ansias de vivir.
A continuación artos de hablar solo con un trozo de carroña abandonada y bajo un abrasiento Sol , decidieron devorar mis ojos y mi lengua para que callara de una vez y así poder seguir alimentándose de algo que ni ellos mismo creían que existía pero si podían devorarlo.


PD: Lo importante es tener algo siempre con lo que alimentar a tu espíritu y poder tener una mísera razón por la que seguir con aliento, aunque tu vida este acabada.

3 comentarios:

  1. conozco gente como esos buitres.. lamentablemente.
    un saludo desde el otro lado del charco
    y ni hablar del posteo de Bukowski del otro dia.. increible.

    Ju

    ResponderEliminar
  2. Estoy de acuerdo con tu post datum, pero es más difícil cuando se pierde, precisamente, lo que te alimenta...

    Saludos distantes.

    ResponderEliminar
  3. ey gracias por el comment.
    es verdad. tenes razon

    ResponderEliminar